La locura del vestido

Si ya sé que han leído, visto y opinado suficiente sobre el vestido blanco con dorado o azul con negro…

¿Por cierto qué color lo vieron?

Creo que justo gracias a las respuestas distintas a esta pregunta, aparentemente predecible, fue lo que ocasionó el furor.

Las redes y su impredecible impacto

Todos quieren saber el secreto de lo viral… incluso hay algunos que prometen dar la fórmula secreta.

Para mi, #TheDress fue el perfecto ejemplo de que no existe una receta perfecta por seguir, en la que tras cumplir con cada uno de los pasos podrás conseguir un contenido seguramente viral.

No quiero decir que hay dejar de encontrar, analizar y revisar los elementos que los contenidos virales pueden compartir, pero también me parece es una venta de espejos asegurar que existe tal lista de pasos.

De mientras algo que genera por si solo diferentes percepciones provoca al usuario la curiosidad suficiente para conversar.

Conversar para entender

#TheDress empezó con una pregunta que fue respondida miles de millones de veces… y nos clasificó… nos puso en una caja de «blanco con dorado» o «azul con negro» y a partir de ahí tooodooo se desató.

Iniciaron las explicaciones, científicas o no; surgieron las opiniones en contra o a favor; incluso, as usual, las bromas al respecto.

Las razones eran muchas y múltiples, pero las conversaciones surgieron en todos lados, algunos trataban de entender porque los ojos de la persona que estaba a su lado veía algo distinto a lo que los suyos percibían, otros se preguntaban cómo es que el color de aquel vestido se había convertido en algo importante; total todos queríamos entender algo.

Ahí encuentro algo interesante en este nuevo fenómeno viral, la conversación para entender.

No estoy asegurando que todos querían Entender… en el más amplío sentido, pero sí había más de una pregunta que provoca más y más conversaciones, más y más shares. La profundidad de la pregunta puede ser cuestionable pero su existencia, no.

Sobre qué conversamos

¿Qué dice #TheDress de las redes sociales? ¿De quiénes las usamos? ¿De qué carajo estamos conversando? ¿De verdad funciona usar un contenido viral para pretender viralizar otro contenido?, eso es lo que se intenta con la reciente campaña contra la violencia hacia la mujer que usa el vestido para difundir su mensaje, ¿funcionará?

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